Para utilizar una micropipeta, primero ajuste y bloquee el volumen. A continuación, baje el extremo líquido de la micropipeta hacia una punta de pipeta limpia y vacía. Asegúrese de que la punta de la pipeta esté bien fijada a la micropipeta para conseguir un sellado hermético. Una vez cargada la punta de la pipeta, en una micropipeta manual, deberá presionar el émbolo hasta el primer tope. En los modelos electrónicos, una vez que se ha establecido el volumen y se ha cargado la punta, está lista para aspirar.
Mientras sostiene la micropipeta verticalmente, sumerja la punta en el líquido a la profundidad adecuada para el tamaño de la punta. Sumergir una punta a demasiada profundidad aumenta la presión y puede llenarla en exceso; sumergirla con poca profundidad puede resultar en la aspiración de aire.
En una micropipeta manual, suelte lentamente el émbolo para aspirar el volumen de fluido ajustado. En una versión electrónica, pulse el botón para aspirar.
Con el líquido dentro de la punta, lleve la micropipeta hasta el recipiente de destino. En las micropipetas manuales, presione el émbolo hasta el primer tope para dosificar. En una micropipeta electrónica, solo tiene que pulsar el botón de dosificación.
Por último, para eliminar cualquier resto de líquido, desplace la micropipeta hasta el recipiente de desecho deseado y, en las micropipetas manuales, presione el émbolo hasta el segundo tope de soplado. En las micropipetas electrónicas, utilice el botón para expulsar cualquier líquido residual.

¿cómo se utiliza una micropipeta?